Cuando
te vi, por primera vez,
ni
conciencia de mí mismo tenia.
Y
ahora que vuelvo a verte,
con
una simple mirada,
inesperada,
aún
vives en mí.
Serás
como aquellas musas griegas
que
te apoderas del alma ensangrentada
para
crear poesía
Ahora
que puedo verte
ni
lo trato si quiera…
Aguardo
como aquel primer hombre que se sintió sólo
y
levantando su mirada contemplaba su esperanza.